BUDAPEST 2020
Viaje de 4 días realizado en enero 2020:CLIMA:
En general hizo frío (entre -7ºC y 2ºC) aunque es un frío más seco que el de Sevilla de modo que una vez abrigado se va bien por la calle, importantes los guantes y gorro.
Los locales están perfectamente acondicionados de tal forma que no te da un golpe de calor al entrar en ellos ni de frío al salir, apenas se nota el cambio de temperatura pero si se siente una agradable sensación térmica en los locales.
DESPLAZAMIENTO:
Vuelos directos con Ryanair: Sevilla-Budapest.
Precio: 100 €/persona (ida y vuelta). Este precio incluía embarque prioritario, 1 maleta en cabina (10 kg) + un bolso de mano por persona; también incluía selección de asientos.
Dejamos nuestro coche en el P1 (frente a la propia terminal del aeropuerto de Sevilla) por 22 € los 4 días reservando por internet el día anterior.
Al tratarse de una ciudad pequeña se puede recorrer andando siempre que nos alojemos en Pest (la parte más "ciudad", con restaurantes y más vida) y cerca del río a ser posible. La zona de Buda (zona alta, en la colina) es donde se encuentra el castillo/bastión de Pescadores pero es más una zona residencial con lo que no hay muchas opciones para cenar/salir.
No obstante si se necesita coger un taxi funcionan como en España, basta levantar la mano y cogerlo sobre la marcha. El transporte público: tranvía, bus y metro funciona muy bien como viene siendo habitual en los países al otro lado del antiguo telón de acero.
ALOJAMIENTO:
Para la búsqueda y reserva del hotel usamos la web booking.
Residence Baron (****) 55 €/noche (desayuno incluído, taxi desde aeropuerto al hotel incluído). En la zona de Pest. Habitación doble (cama king size). Es un hotel que tiene lo justo aunque la ubicación es excelente. No podemos decir que fuera maravilloso (especialmente para un 4 estrellas) sin embargo tenía todo lo que uno espera: caja fuerte, TV pantalla plana (con el canal TVE 24h sintonizado nada más encenderlo), servicio de habitaciones, minibar, desayuno incluído, accesorios de baño, bien ubicado... ninguna queja.
Como curiosidad: el último día dejamos el hotel hacia las 04:30 de la madrugada (ellos dieron aviso al taxi para llevarnos al aeropuerto) y nos tenían preparado una bolsa con un desayuno "de viaje" preparado ya que aún no estaba abierto el comedor del hotel para el desayuno (que estaba incluído), fue una sorpresa grata e inesperada.
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| Contenido de la bolsa del desayuno de viaje |
La reserva de booking incluía el taxi desde el aeropuerto al hotel a nuestra llegada. En el aeropuerto estaba el taxista esperandonos con un cartel en la mano con nuestros nombres.
DETALLES:
Aunque tienen su idoma local todo el mundo habla inglés. Igualmente la cartelería y las cartas en restaurantes están todas en diversos idiomas (en muchos casos también español).
La gente en general era muy agradable y educada, tienen bastante turismo español así no sabemos si es su carácter o si hay detrás un interés económico/laboral. La ciudad está bastante limpia como viene siendo habitual en las ciudades centroeuropeas.
El nivel de vida allí es más bajo que en España, al menos en lo que a sueldos se refiere y a costes de pisos de alquiler. Sin embargo la comida en restaurantes tiene un precio similara España. Pero a pesar de ello observamos que al ciudadano de allí le gusta salir a la calle e ir a los bares al igual que en España. Un sueldo medio allí son 800 € según nos indicaron y un alquiler de un apartamento de 1 dormitorio en en Buda (su zona cara) sale por 400 €/mes.
La corriente y los enchufes son iguales que en España.
La moneda es el Florín Húngaro (HUF) aunque aceptan euros igualmente en muchos sitios. No obstante es conveniente cambiar a moneda local por aquellos lugares o taxis que no acepten euros. El pago con tarjeta está bastante extendido. Cuando fuimos 1 € = 355 HUF. Así que no os asustéis cuando veáis cantidades grandes ya que en realidad, al cambio, no es mucho en €.
No encontrareis bancos como tales (si los hay pero pocos y difíciles de encontrar), lo que si veréis son muchas oficinas de cambio de moneda donde podréis cambiar euros a florines o viceversa.
Se puede pasar comida dentro del espacio Schengen por el control de seguridad de los aeropuertos (con el equipaje de mano). Hay restricciones de líquidos (y quizá os revisen la maleta si lleváis paté, nocilla, cremas, salsas y similares, por su textura/densidad algo líquida) pero se puede pasar sin problema un bocadillo de casi cualquier cosa.
Conviene disponer de un seguro médico que cubra fuera de España o al menos solicitar (en el centro de salud al que pertenezcas) la tarjeta sanitaria internacional para que te cubra en caso de necesitar asistencia hospitalaria. Estas cosas nunca se piensa que se necesitarán hasta que un día se necesitan y, si no se tienen, ya se puede ir preparando el bolsillo (especialmente en Suiza).
Al margen de lo anterior, nosotros siempre que salimos de España nos inscribimos en el registro de viajeros que tiene habilitado la web del Ministerio de Exteriores para que puedan localizarnos y/o evacuarnos en caso necesario (catástrofes, atentados, etc) e informar a nuestras familias si nos pasara algo.
RUTA:
Día 1º:
A nuestra llegada a mediodía el taxista nos estaba esperando en el aeropuerto. Durante el trayecto hasta la ciudad (unos 25 minutos) tuvimos una agradable charla en la que nos puso al día sobre la situación laboral y económica del país, su clima habitual así como otras cuestiones de carácter cultural o histórico.
Tras instalarnos en el hotel y dado que ya era bastante tarde (para el horario centroeuropeo) para almorzar (eran ya las 15:00) comimos algo en el Burger King que había frente al hotel. De ahí cruzamos el cercano puente de la libertad (a 2 minutos a pie del hotel) para acudir a nuestra cita (reservado y prepagado por internet) en el famoso balneario Gellert (al otro lado del puente, a escasos 5 minutos del hotel). Ya para ese entonces estaba anocheciendo y empezaba a notarse el frío que obligaba a usar guantes.
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| Puente de la libertad |
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| Vista general del hotel Gellert |
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| Puente de la libertad |
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| Puerta lateral (por la que se accede al balneario) |
La experiencia en el balneario Gellert (el del anuncio de Danone) fue maravillosa, nos pareció precioso. Es el que más nos gustó de los 2 que visitamos. Además no estaba demasiado saturado (al menos comparado con otros balnearios). Tened en cuenta que no es como nuestros spas, es más bien un lugar social donde la gente se reune y habla con normalidad (como en nuestros bares) sólo que en una piscina relajante. Esta experiencia nos sirvió para descansar y relajarnos (que es una parte importante de lo que pretendíamos en este viaje). Nos encantó la mezcla de culturas que se respiraba en el interior (judíos, musulmanes, cristianos, gente de todas las nacionalidades...), todos en un ambiente relajado. El agua tenía cualidades maravillosas: días después de nuestra vuelta nuestras pieles aún se sentían superhidratadas, como si nos hubiéramos puesto crema hidratante.
El servicio de salud público húngaro (desconocemos si los privados también) receta estas aguas a los pacientes para ciertos males al igual que aquí nos pueden recetar rehabilitación en el hospital.
Tras esta increíble experiencia teníamos cena reservada en el asador argentino Pampas Argentin Steakhouse en la calle al lado del hotel.
Día 2º:
Tras desayunar en el hotel aprovechamos su buena localización para dar un paseo por la ciudad, recorrimos la principal calle de la ciudad, la calle vaci Utca (este día hacía bastante frío y las orejas se me helaban por lo que tuvimos que comprar un gorro con cierta urgencia) hasta la plaza Vorosmarty Ter y continuamos a la plaza Erzsébet Ter (en la que tienen una gran noria: blue Eye).
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| Vorosmarty Ter |
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| No había pingüinos pero si que hacía frío en Vaci Utca |
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| Callejón en Vaci Utca |
Continuamos hacia el puente de las cadenas y una vez al otro lado subimos al bastión de pescadores.
Pensábamos subir en el tren cremallera pero había al pie unos minibuses turísticos que te hacían una ruta por el castillo (no lo busquéis, no hay un castillo como tal sino que toda esa zona se llama el Castillo de Buda y engloba varios edificios: bastión de pescadores, iglesia de Matías, museo de historia, galería nacional, etc) haciendo paradas en las que podeis bajar y volver a subir en el siguiente que pase. Estos microbuses merecen mucho la pena y son económicos. Nosotros en concreto elegimos los azules (hay otros que son rojos pero hasta donde sabemos funcionan similar).
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| Puente de las cadenas |
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| Castillo de Buda |
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| Bastión de pescadores |
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| Iglesia de Matías |
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| Bastión de pescadores |
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| Iglesia de Matías |
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| Una de las entradas al Castillo (sube hasta el Bastión de pescadores y Museo) |
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| Sistema de alerta temprana contra bombardeos aéreos (lo que viene siendo un audífono gigante) |
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| Reminiscencias de la II guerra mundial |
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| Museo de la guerra |
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| Museo (Castillo de Buda) |
De ahí volvimos a bajar a Pest para comer en el restaurante Hell´s Kitchen en una bocacalle de vaci Utca (la calle principal de la ciudad). Luego volvimos al hotel para coger algo más de abrigo (bufanda, camiseta interior...) porque teníamos reservado (y prepagado) a las 18:30 un paseo en barco por el río no sin antes tomar unos chocolates calientes en una cafetería frente al hotel (al lado del Burger King del primer día) a un precio más económico de lo que costarían en España.
Excursión muy recomendable también ya que aparte de ver la ciudad de noche, descansando sentados y con calefacción se incluía una bebida y te ponían un video explicativo de la historia del país, de la ciudad y de cada edificio que se veía (con audioguía en español).
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| Vista nocturna del Castillo de Buda desde el barco |
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| Vista nocturna del Parlamento desde el barco |
Tras esta experiencia cogimos un taxi para ir a dar una vuelta por el barrio judío (zona con muchos bares) y poder ver la gran sinagoga, la más grande de Europa, aunque a estas horas estaba cerrada por lo que no pudimos verla más que por fuera. De ahí fuimos a calentarnos con un chocolate caliente en un restaurante muy famoso de la ciudad, el New York Café. Es el restaurante de un hotel art nouveau, un lugar que te transporta en el tiempo imaginando a la alta burguesía bailando en esos salones.
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| Gran sinagoga |
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| Café New York (decorado en art nouveau, como casi todo en esta ciudad) |
Día 3º:
Este día teníamos reservada otra de esas excursiones "obligadas" que llevábamos reservadas y prepagadas: un tour en bus por toda la ciudad con guía de habla castellana que finalizaba con la visita al Parlamento (el 2º más grande de Europa). El autobus partía del mismo sitio en que partió el barco la noche anterior pero un taxi nos recogió en el propio hotel para llevarnos hasta allí gratuitamente.
El tour nos llevó en primer lugar a la plaza de los héroes (muy cerca del balneario Schezeny) donde tras las explicaciones históricas pertinentes por parte de la guía tuvimos 10 minutos para hacer fotos. El tour continuó llevándonos a su estatua de la libertad (lugar al que no hubiéramos ido de no ser por el tour), nuevamente tuvimos allí unos 15 minutos para hacer fotos. Desde allí había una preciosa vista de toda la ciudad. El tour continuó llevándonos al bastión de pescadores donde tuvimos otros 15 minutos para ver todo aquello. Como ya lo conocíamos del día anterior aprovechamos para ver por dentro la iglesia de Matías que es el lugar donde coronaban a sus reyes. Luego nos llevaron al Parlamento donde la guía se encargó de sacarnos las entradas y ahí se despidió de nosotros ya que el Parlamento tiene sus propios guías. La visita al parlamento se realiza con audioguía/traductor.
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| Estrella que coronaba el Parlamento durante la era comunista |
Una vez salimos del Parlamento fuimos a almorzar a un restaurante italiano cercano Pizza Eataliano en el que comimos muy bien por muy poco dinero.
Tras el almuerzo fuimos andando a la cercana Catedral de San Esteban.
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| Catedral de San Esteban |
Y por último fuimos al otro gran balneario famoso a relajarnos, el balneario Szechenyi (también lo teníamos prepagado). Este tiene como curiosidad la piscina exterior: es un gustazo estar de noche, al aire libre, a -1ºC mientras se permanece en el agua a unos agradables 32ºC.
El balneario Szechenyi es toda una experiencia que hay que disfrutar al menos 1 vez, sin embargo he de reconocer que no volveríamos a este balneario de nuevo ya que son más los contras que los pros:
* Pros: la experiencia de la piscina exterior; disponer de cabinas individuales; no esperar cola al tener reserva previa prepagada por internet.
* Contras: está masificado, en las piscinas interiores no cabía un alfiler (además de que son horribles, más parecen las piscinas de un psiquiátrico), la piscina exterior tenía algo más de hueco (aunque también muy llenas); había mucho turismo español pero en general de gente joven que acudía allí a ligar; se pueden meter bebidas en la piscina exterior con lo que a veces se le derramaba a alguien algo y no resulta muy agradable en su conjunto.
Tienen 2 tipos de vestuarios: común (como los de los gimnasios en España, con taquillas para la ropa) o cabina privada (tu propia cabina donde cambiarte y poder dejar tus cosas). Nosotros reservamos la cabina privada ya que la diferencia económica no era mucha pero se ganaba en privacidad. Como decía, no para repetir (salvo que se vaya a ligar) pero si es recomendable al menos ir una vez. A pesar de la masificación pudimos relajarnos más o menos y las aguas también son termales y naturales al igual que en el resto de balnearios de Budapest.
Como curiosidad comentar que el agua sale de la tierra a 70ºC y lo que hacen en los balnearios es enfriarla hasta la temperatura deseada.
Tras el balneario teníamos reservado para cenar en el asador Hot Stone Steakhouse al que fuimos en taxi por comodidad.
Día 4º:
Este día teníamos el vuelo de vuelta a las 07:45 por lo que dejamos el hotel a las 05:00, ellos se encargaron de reservarnos el taxi para la vuelta. Dado que a esa hora no estaba disponible aún el desayuno buffet del hotel nos tenían preparadas sendas bolsas con algo de fruta, bocadillos, zumo y barritas energéticas.
COMIDAS
Estos son los lugares en que comimos:
Burger King: Igual que cualquiera de España aunque un poco más barato. 2 menús XL (con bebidas y patatas fritas, mostaza, mayonesa, etc) salieron por 14 €.
Pampas Argentin Steakhouse: Un sitio tranquilo con variedad en carnes argentinas así como una carta de vinos para acompañarlas. La cena salió por 65 €.
Hell´s kitchen (calle Kigyó utca 4): aquí probamos el gulash en bollo de pan, una especie de estofado típico de la zona. El almuerzo salió por 48 €.
Hot Stone Steakhouse: La comida estaba riquísima, no es barato aunque la calidad de la carne lo merece. Estaba muy lleno, con bastante ruido ambiente pero, aunque llegamos 1 hora antes de nuestra reserva, nos buscaron una mesa en pocos minutos. Mientras esperábamos fuera había taburetes altos y calefactores para no pasar frío. La música ambiente nos encantó (a veces jazz vocal y a veces música de los 80). La cena salió por 77 €.
Hay varios tipos de carne (cerdo húngaro, ternera black angus, buey, etc) y te ponen la piedra para hacerla al gusto (la carta incluye indicaciones para detectar el punto según la carne elegida). Para quien lo prefiera le pueden traer la carne ya hecha por ellos al punto elegido si se prefiere evitar el engorro de la piedra.
Pizza Eataliano: un restaurante italiano (al estilo de los italianos de España), más bien pizzería. comida muy rica y a precio económico. El almuerzo salió por 26 €.
Café New York: restaurante/cafetería al estilo art nouveau en un hotel que intuimos sería de lo mejor del país a principios del siglo XX.
RESERVAS ONLINE:
Todas las reservas de excursiones así como los balnearios las realizamos a través de la web CIVITATIS.
Era la primera vez que hacíamos uso de dicha web pero quedamos muy contentos con su funcionamiento, todas las reservas confirmadas y ningún problema.
Las reservas que hicimos a través de la web y que recomendamos encarecidamente son:
Balneario Gellert
Balneario Szechenyi
Paseo nocturno en barco (incluye 1 bebida)
Tour por Budapest + visita al Parlamento
TOTAL GASTOS (Para 2 personas):
Parking Aena: 22 €
Avión: 200 €
Comidas: 223 €
Hotel: 166 €
Excursiones: 217 €
Compras varias (chocolates, recuerdos...): 70 €
Otros gastos (cafés, taxi, etc.): 62 €
TOTAL = 960 € --> 480 €/persona
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